Marketing de Contenidos para Universidades: Cómo Atraer a los Estudiantes Correctos (y Conquistarlos). Si alguna vez pensaste que las universidades solo necesitaban un folleto bonito y un stand en la feria educativa… bueno, odio decírtelo, pero esos días ya quedaron atrás. Hoy en día, las universidades compiten no solo por ser buenas, sino por contarlo bien. Y ahí entra el marketing de contenidos.
Te lo digo porque yo misma he visto cómo las universidades que cuentan historias reales, humanas, y cercanas, terminan atrayendo más a los estudiantes. Es como cuando eliges una serie nueva en Netflix: no solo lees la sinopsis, necesitas algo que te enganche, que te emocione. Pues igual pasa aquí.
¿Por qué el contenido es tan importante?
Imagina que eres un estudiante de preparatoria (¡o quizás lo fuiste no hace tanto!). Estás navegando en Instagram, TikTok, viendo videos en YouTube… y de repente aparece una universidad mostrando su campus, contando historias de estudiantes que lograron sus sueños, o con videos que te hacen sentir parte de su mundo antes de pisarlo.
Eso es marketing de contenidos bien hecho. No se trata solo de decir “somos los mejores en ingeniería” o “tenemos 100 años de historia”. Se trata de emocionar, conectar, y resolver dudas de manera cercana y auténtica.
Y ojo, no solo hablamos a los chicos de 17 años. También están los papás, preocupados por los costos y la calidad. Los profesionales que buscan un posgrado. Los estudiantes internacionales que buscan una nueva aventura. Cada uno con sus miedos, sueños y expectativas. Por eso, el contenido tiene que ser variado y personalizado.

¿Qué tipo de contenido funciona mejor?
Aquí viene la parte divertida: hay muchísimas formas de crear contenido interesante. Si yo estuviera al frente del marketing de una universidad (y quién sabe, tal vez algún día), haría una mezcla bien creativa:
✅ Blog posts útiles. Como “Cómo elegir tu carrera ideal”, “10 cosas que no sabías de nuestra universidad”, o “Historias de éxito de nuestros egresados”. Son geniales para SEO y para quienes buscan info más a fondo.
✅ Videos cortos y tours virtuales. Nada como un video que te lleve por las aulas, las áreas deportivas, los espacios verdes. Si puedes imaginarte allí, ya medio ganaron tu corazón.
✅ Testimonios reales. Entrevistas con alumnos y exalumnos contando sus historias, sus retos, y cómo la universidad los ayudó. No hay mejor embajador que alguien que ya vivió la experiencia.
✅ Webinars y lives. Sesiones de preguntas y respuestas sobre admisiones, becas, intercambios… O incluso talleres gratuitos. Es una forma de atraer y dar valor al mismo tiempo.
✅ Contenido generado por los estudiantes mismos. Challenges en TikTok, reels mostrando “un día en la vida de un estudiante”, memes… sí, los memes también cuentan.
¿Dónde compartirlo?
No todos los canales sirven para todos. Un papá probablemente esté más activo en Facebook, mientras que su hijo vive en TikTok o Instagram. Un profesional buscando maestría tal vez esté en LinkedIn. Y no olvidemos el sitio web oficial y el blog, que siguen siendo el corazón digital de la universidad.
Yo apostaría por una mezcla así:
Instagram → contenido visual, reels, stories.
TikTok → tendencias, retos, tips rápidos.
YouTube → videos más largos, entrevistas, mini documentales.
Facebook → avisos formales, contenido para padres y comunidad local.
LinkedIn → logros académicos, artículos de profesores, testimonios de egresados.
Cada canal tiene su personalidad… y su público.

Medir, mejorar y volver a empezar
Una vez que empiezas a crear contenido, no puedes simplemente soltarlo al mundo y esperar milagros. Hay que medir qué funciona y qué no: cuántas visitas tiene el blog, qué videos reciben más likes, qué publicaciones generan más preguntas.
Usa herramientas como Google Analytics, las métricas de Instagram y TikTok, o incluso encuestas rápidas a los estudiantes. Cada dato es una pista de lo que realmente engancha.
Y sobre todo, no tengas miedo de innovar. ¿Por qué no probar con un podcast? ¿O una serie tipo “behind the scenes” de lo que pasa en las clases, los laboratorios, los intercambios? Hoy más que nunca, la creatividad es el ingrediente secreto.
En resumen…
El marketing de contenidos para universidades no es solo publicar cosas bonitas. Es contar historias que inspiren, que resuelvan dudas, que acerquen la universidad a los sueños de los estudiantes.
Porque al final del día, no estamos vendiendo solo un título. Estamos ofreciendo una experiencia, una transformación, un camino de crecimiento.
Así que si trabajas en una universidad, o sueñas con atraer más estudiantes, empieza por preguntarte: ¿qué historia estamos contando? ¿y a quién se la estamos contando?
Créeme, cuando encuentras esas respuestas… el resto empieza a fluir.
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